El chico que me gusta me ha dicho tres veces que me quiere... tres veces ha aceptado estar conmigo... Una vez en cada uno de mis tres sueños. Han sido seguidos, uno el domingo, otro el lunes... y hoy.
Voy a explicar en qué consistieron.
El primero no me acuerdo de nada de lo que pasó antes de decírmelo.... está demasiado borroso. FIN.
El segundo es un tanto extraño. Estaba en la calle, con mis amigas y era de noche. Vi que se acercaba con mis amigos y empezaron a hablar con nosotras. De repente yo sabía que estaba con él porque era como que había visto cuándo mis amigos hablaron con él y cómo él había aceptado. Entonces cuando estaba a mi lado no me sorprendió que me cogiese de las manos y me abrazase por detrás... Pero lo desagradable del sueño es que estaba ebrio. FIN.
El tercero, de hoy, no ha sido tan fuera de lo común. Bueno, un poquito. Me iba de excursión a no sé donde...y de mi clase sólo conocía a dos amigas mías y los demás nunca les había visto. Sorprendentemente él estaba y también venía. Mis amigas y yo conocíamos a una chica de nuestra clase (que en la realidad no existe) que se llamaba Victoria. (Creo que me sabía el nombre porque se parecía a una famosa que lo tiene). En la excursión veíamos casas de gente... caminábamos por senderos con hojas caídas... Es decir, imaginaos las escenas con tonos amarillos, naranjas, brillos... El profesor anunció que podíamos tomar un descanso y así lo hicimos.
Nos dirigimos a una zona que, aunque estaba en medio del campo, tenía como un decorado para rodar escenas, es decir, parte de una casa por ejemplo... como un cuadradito. Ahora poneos en situación imaginando tonos pastel y claros. (¡qué mal me expreso! ¡pero esque es un sueño y es raro!) Y nos sentamos en una mesa. Él vino. Vaya, se podía haber quedado con sus amigos... ah no... que no conocíamos a nadie.
Mientras hablábamos yo notaba que Victoria le miraba, y me molestaba un poco..pero intenté olvidarme.
Al salir de ese recuadro y seguir andando, me propuse combatir mi vergüenza diciéndoselo de una vez por todas. Y así lo hice. Su respuesta ya la sabéis, ya que es lo clave del sueño y lo repetitivo con respecto a los otros dos. Mis amigas, incluida Victoria, se alegraban y entonces pensé que lo de sus miradas sería por culpa de mi obsesión. Tras su respuesta, no sabía si quedarme quieta y decir: guay... genial... de acuerdo... (o cosas así), abrazarle o, directamente, besarle. Opté por el abrazo... algo intermedio. Y.... FIN.
Todos acaban cuando ha efectuado su respuesta. El primero era como la iniciación para prepararme para los siguientes. El segundo da a pensar que diría un "sí" no muy convencido (por lo de estar bebido) y el tercero es su opuesto... Ahí es todo maravilloso.
Resumiendo, no me deja en paz esta situación que vivo ni en sueños. Aunque creo que tengo claro lo que debo hacer... nada pierdo.
